¡De nada!
La originalidad a la hora de hacer un presente siempre suma
unos puntitos más y si hay algo que continuamente destacamos es la impronta del
pueblo noético, que aparte de su originalidad, también suele acompañar con
solidaridad sus bien intencionados aportes a la comunidad. Es una verdadera
caricia al alma ver ejemplos como este que marcan la tendencia de los noéticos
en darle al prójimo lo que necesita y sin pedir nada a cambio, sólo con la
noble intención de colaborar. Puede que no sean cosas de alto valor económico o
exuberantes, pero no por eso debemos dejar de valorar el gesto y la sana
intención de colaborar y obsequiar desinteresadamente. Son cosas que nos inflan
el pecho de orgullo.
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