El poder del hombre.

Siempre tenemos un lugar para los aportes científicos y más cuando llegan de la mano de grandes personajes que supieron enseñarnos y formarnos tan divertida, cuando éramos unos pequeños noéticos. Si el querido Beakman sostiene este dato, no hay por qué dudar de que así sea, no hace falta estar muy interiorizado en la ciencia para saber que estamos frente una verdad noética irrefutable, que nos muestra una vez más el poder del hombre cuando se propone o tiene una meta en el horizonte.