El tamaño importa.

Así como cuando se habla del miembro masculino, en las cagadas el tamaño de las mismas también importa. Y es fácil de calcular ya que suele ser proporcional al tamaño del  agasajo de fraternización con el que se intenta mediar hacia la paz nuevamente por parte del hombre. Este es un claro ejemplo de la equidad proporcional con la que suele manejarse el hombre y queda demostrado una vez más que el tamaño importa.