La escena maldita.

De los momentos más incómodos para un adolescente sin dudas, todos alguna vez nos hemos enfrentado a la escena maldita. Ese momento en el que sin importar el género de la película que estemos viendo, ocurre acompañado de un silencio complicado y difícil de cortar con algún comentario. Es algo que el cine parece haber calculado a propósito, el  sólo hecho de que una o las dos figuras paternales se aproximen  al televisor, siempre coincide con la escena maldita, en la que de la nada empieza a haber sexo, drogas y demás... haciendo eterno ese momento que puede ser peor aún si uno de los padres del joven, tira algún comentario al respecto.