Tristemente siempre.
Mucho se dice sobre los milagros que puede llegar a generar una casa sola. Que derriba cualquier distancia u obstáculo entre dos personas que quieren estar juntas, por ejemplo. Pero no todo es tan maravilloso en estas situaciones. Tristemente siempre sale a la luz la actitud femenina con su idea fija en la mente, mientras que los hombres deben de lidiar con esta presión asfixiante a tal punto de no saber qué hacer. Sería bueno aprovechar ese momento para compartir más cosas además de "eso" en que sólo piensan las mujeres. Compartir actividades recreativas junto a nuestra pareja es fundamental para el buen desarrollo de la misma, respetando los tiempos de cada cuestión que debe darse sola y no forzosamente.